Hacer deporte con bicicleta de forma habitual, al igual que cualquier actividad física, tiene grandes beneficios para la salud. No solo permite quemar calorías, presumir de una mejor tonificación de la musculatura o aliviar el estrés. Montar en bicicleta permite tener un corazón más sano. Y es que, la vida sedentaria es el lecho idóneo para el depósito de enfermedades silentes como la dislipemia o la hipertensión arterial. Sin embargo, a la hora de ponerse a pedalear es conveniente tomar precauciones. Así evitaríamos que esta actividad comporte más riesgo que beneficios.

En una entrevista en Redflix, el cardiólogo deportivo Fernando de la Guía explica cuáles son las pruebas médicas imprescindibles para pedalear sin poner en riesgo nuestra salud cardiovascular. El doctor de la Clínica Rema de Denia comenta: “Es una buena noticia el hecho de que la gente tenga como costumbre hacer deporte. Eso evita el hábito sedentario, pero es una moda con la que hay que tener mucho cuidado. Estamos viendo casos de muerte súbita relacionados con el deporte. Y la gran mayoría de estos casos son debidos a que el deportista desconoce que tiene determinadas enfermedades”.

Controles básicos para hacer deporte de forma regular

No hace falta ser un deportista de élite para realizarse un control médico o pruebas más específicas. Cualquier persona que piense enfundarse las deportivas y coger la bicicleta de forma habitual debe tener presente la importancia de: conocer en qué condiciones físicas está (ser consciente si estás preparado para seguir determinado ritmo o subirlo un poco más), cuál es su límite (el ejercicio vigoroso puede traer problemas como la fibrilación auricular) y las consecuencias del sobreentrenamiento (arritmias, pulso lento…).

Lo primero es acudir a un médico con experiencia en Medicina Deportiva (Médico Deportivos, Cardiólogos, Neumólogos, Traumatólogos…). Este nos entrevistará y nos realizará un control médico previo. Este control se resuelve con una simple exploración física que incluye auscultación, toma de pulso, toma de tensión arterial, una exploración cardiovascular básica y la realización de un electrocardiograma de 12 derivaciones. “Esto sería lo básico”, explica el doctor Fernando de la Guía.

El siguiente nivel se centra más en aspectos cardiológicos. “Es muy recomendable realizar una ecografía del corazón. Se ha visto que la muerte súbita relacionada con el deporte en gente con menos de 35 años tiene una causa que habitualmente se puede diagnosticar a través de un electro y de un ecocardiograma. Es el caso de la miocardiopatía hipertrófica. También hay problemas congénitos que, con un ecocardiograma se pueden diagnosticar”, añade el cardiólogo de la Clínica Rema.

deporte con bicicleta

La prueba de esfuerzo: un control cada vez más común

La prueba de esfuerzo supone un paso posterior. Si hace unos años solo se realizaba en deportistas de élite, su uso se ha generalizado. El deportista se somete a una ergoespirometría. A través de esta técnica el médico no solo comprueba cómo reacciona eléctricamente el corazón al esfuerzo. También analiza el consumo de gases para obtener los umbrales que marcan la frecuencia cardiaca a la que es mejor ir en bicicleta. El médico deportivo utilizará protocolos específicos para cada tipo de deporte. “Si es un ciclista, hacemos la prueba de esfuerzo colocando su propia bicicleta sobre un rodillo”, indica Fernando de la Guía.

El principal objetivo al realizar un electrocardiograma basal y una prueba de ejercicio cardiopulmonar es detectar posibles limitaciones para el ejercicio desde el punto de vista cardiovascular o respiratorio. Nos pueden ayudar a detectar posibles arritmias o signos de sufrimiento coronario con el esfuerzo que nos pueden poner en alerta de patología cardiaca que debe ser correctamente estudiada antes de comenzar la práctica deportiva. También pueden detectarse limitaciones respiratorias para el ejercicio, como el asma inducido por esfuerzo y otras patologías más específicas que pueden estar aún sin diagnosticar en personas sedentarias, especialmente si han sido o son fumadoras.

deporte con bicicleta

Las ventajas de los wearables a la hora de hacer deporte con bicicleta o sin ella

Hace unos años, la gente que salía con la bicicleta a pedalear, controlaba su ritmo según las sensaciones que iba notando y según las recomendaciones de un especialista. Sin embargo, los wearables han revolucionado la forma de practicar deporte. “Son dispositivos muy útiles porque permiten conocer en qué momento se puede acelerar el ritmo un poquito más, las frecuentas en determinadas zonas, etc.”. Este experto aplaude que esta tecnología también se vaya perfeccionando con el tiempo: “La típica cinta que va en el pecho que antes era el mejor sistema de detección de pulso ha evolucionado a relojes que con el sistema de detección de pulso en la muñeca que son muy útiles. Es cierto que, cuando van más rápido, dan fallos; pero para el día a día son muy útiles”.

El doctor Fernando de la Guía recuerda que caminar también es un deporte muy saludable. “Caminar es un ejercicio que cualquiera puede hacer. De hecho, está demostrado que caminar 30-45 minutos 5 veces a la semana disminuye la mortalidad en un 40%. A ver qué pastilla lo consigue”, concluye.

 

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Sobre el Autor

Quien me conoce bien sabe que vivo enamorada del periodismo y de mis raíces almendralejenses. Mi debilidad son las personas.

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